lunes, diciembre 11, 2006

Jornada – Workshop “Technology Acceptance Model en el contexto del e-government local: proyecto M@LLA”

Jornada – Workshop “Technology Acceptance Model en el contexto del e-government local: proyecto M@LLA”

14 de diciembre de 2006.

Lugar: Sede Social de Novasoft

Agenda provisional:

10:00 Presentación de la Jornada. “El modelo de aceptación de la tecnología (TAM) y la e-administración local”. A. Padilla.

10:30 Introducción al proyecto M@LLA. Javier Pareja. Novasoft.

11:00 “El modelo de aceptación de la tecnología: revisión de investigaciones previas”. Mariano Soler Porta. ESCAM y Grupo EBS.

11:30 “Best practices de e-government a nivel local”. Ana R del Águila Obra. Grupo EBS.

12:00 “Modelo TAM y e-CRM: aplicaciones al egobierno”. Aurora Garrido Moreno. Grupo EBS.

12:30 “El modelo TAM en el contexto de empleados de organizaciones de tamaño medio”. Isabel Coronado Maldonado. Unicaja y Grupo EBS.

13:00 Conclusiones y cierre de la Jornada.

Organiza: Novasoft y Grupo de Investigación SEJ356 (Grupo EBS de la Universidad de Málaga)

Más información: www.gieb.uma.es
Antonio Padilla apm@uma.es

miércoles, noviembre 29, 2006

Vida Económica Noviembre 2006

Tema: Las Wikis en el trabajo

Según la enciclopedia online Wikipedia (www.wikipedia.org), una Wiki es un tipo de página web que permite a quiénes las visitan añadir, borrar o editar y cambiar, de una forma fácil, algunos de los contenidos. Es una de las herramientas de la Web 2.0 y Empresa 2.0 que comentábamos en la colaboración anterior (www.antoniopadilla.blogspot.com). Pero no es una herramienta nueva, la inventó en 1994 Ward Cunningham, quien creó un programa llamado WikiWikiWeb para intercambiar técnicas de programación. Wiki significa rápido en hawaiano, y básicamente permite trabajos de autoría de contenidos de forma colaborativa, empleando también el concepto de hipertexto. La gran ventaja de esta herramienta es que, en teoría, cualquiera puede editar las páginas de una Wiki apareciendo estas publicadas automáticamente sin revisión alguna. Esto está siendo alabado y criticado al mismo tiempo, ya que por un lado permite la actualización rápida de contenidos pero también puede ocurrir que lo que se publica no sea correcto, una de las críticas que se le hacen, por ejemplo, al contenido de Wikipedia. Con todo, al referirnos a las empresas que se dedican a esto no estamos hablando de un negocio pequeño, por ejemplo, casi 3 millones de dólares se pagaron en agosto de este año por el dominio Wiki.com, cuando aún está por ver si la estrategia de nicho de los portales basados en Wikis (wikiHow, ShopWiki) se traduce en resultados positivos. Centrándonos en la aplicación de la herramienta al ámbito interno de las empresas, realmente el concepto de Wiki no es tan novedoso, ya se aplicaba con herramientas como Lotus Notes que permitía crear bases de datos a las cuales podían contribuir numerosas personas. El gran cambio está en que la administración de estos documentos compartidos ya no reside en nadie en particular, ni las empresas tienen que invertir necesariamente en ello, el propio sistema se autorregula y alimenta. En las Wikis no se borran documentos antiguos, ya que potencialmente todos los documentos están actualizados reflejando la forma actual de pensar y el las necesidades de información actuales de una determinada comunidad de individuos. Otra característica importante es que las Wikis presentan la información en un contexto que permite que lo mejor del conocimiento vaya sobresaliendo, lo que le lleva a ser una herramienta muy útil en la gestión del conocimiento, ya que influye en que el capital intelectual que lleva a mejorar los resultados, la ventaja competitiva o la innovación en la empresa, sea el que sobresalga del resto. Otro elemento es que este contenido viene desde abajo, no responde a algo ‘previsto’ desde la dirección de la empresa, sino que proviene de sus empleados, luego seguramente reflejará mejor el pensamiento de quiénes usen esta herramienta. Sin embargo, siendo mucho más fáciles de usar que otras herramientas diseñadas para compartir conocimiento, para usar las Wikis es preciso conocer unas cuantas funcionalidades. Pero aquí también se están desarrollando nuevas posibilidades, como el poder publicar directamente en una Wiki desde el programa de correo electrónico. Con todo, al final, lo que se obtiene es un conocimiento específico, que se ha hecho explícito a través del consenso de una comunidad de personas. Aunque alguna de las aportaciones fuese poco acertada, la comunidad la mejoraría con otras intervenciones cuantas veces como se considerara necesario. En los tiempos que corren, con un recurso tiempo cada vez más escaso y valioso, parece quizás un contrasentido que estas herramientas se desarrollen. Sin embargo, parece plausible una cada vez mayor inversión temporal en estas comunidades, lo que podría redundar en importantes rentabilidades en conocimiento personal y, por extensión, en capital intelectual de las empresas. El entorno actual y futuro parece abocarnos a ello.
www.gieb.uma.es


Correo electrónico: apm@uma.es

jueves, noviembre 02, 2006

Vida Económica octubre 2006

Web 2.0 y Empresa 2.0

Wikis, blogs, videos online, RSS, webcasting, son términos que, prácticamente sin darnos cuenta, se han colado en nuestras vidas. Y están cambiando muchas cosas, no solo en Internet. Básicamente, se trata de una nueva era de comunidades y redes sociales, basada en la publicación de contenidos online (texto, fotos, vídeos) y de compartirlo todo con todos: gustos, ideas, comportamientos, conocimientos. Estamos, por tanto, ante la ola de las publicaciones en la red, donde todos los usuarios pueden convertirse en autores, periodistas, creadores de su propio contenido. Desde que Jimmy Walles y Larry Sanger fundaran Wikipedia en 2001 han pasada escasamente cinco años, y el éxito de sus wikis en la actualidad es impresionante. Otra manifestación de esto es como se empiezan a compartir vídeos, y se produce poco después una de las mayores compras de empresas de Internet (recientemente Youtube, especializado en compartir vídeos, ha sido adquirido por Google). Hasta yo tengo un blog (www.antoniopadilla.blogspot.com), sencillo, eso sí, pero un blog en definitiva. La pregunta es ¿tiene esto alguna relevancia para la empresa? parece que sí, que herramientas como las wikis que permiten actualizaciones permanentes y basadas en redes, de conceptos, ideas, conocimientos son muy útiles a nivel de empresa. Y esto está cambiando, de nuevo, la forma de trabajar en algunas empresas, fomentando la colaboración electrónica entre las personas más que nunca. Se trata de la última (por ahora) de las innovaciones que las tecnologías va a producir en el mundo de los negocios, tecnologías que se engloban bajo el término Web 2.0 y que engloba el RSS, los blogs y los wikis y otros. Algunos, donde me incluyo, recomendamos desde ya aplicar todo esto al ámbito interno de las empresas y hacer que el conocimiento fluya sin problemas entre su red social. Pues bien, el empleo de todo esto por parte de la empresa es lo que se denomina Empresa 2.0, término propuesto recientemente por Andrew McAfee en la Sloan Management Review. Según este autor, puede producirse una auténtica revolución en la gestión del conocimiento de una empresa cuando a sus empleados se les deja que se conviertan en autores, ya que la mayoría de la gente tiene algo que decir, algo que con lo que contribuir, ya sea conocimiento, intuición, experiencias, comentarios, hechos, correcciones, etc. Desde luego, aventurarse en estas tecnologías no deja de tener ciertos riesgos derivados del abuso de las mismas por los empleados, así que la dirección de la empresa tendría que establecer algunos límites. Se trataría, en definitiva, de intentar con estas tecnologías captar el trabajo diario de los trabajadores del conocimiento más que el mero conocimiento. Como otras tecnologías basadas en Internet, ya sea el email, telefonía IP, mensajería instantánea o el propio web, estas aplicaciones podrían llegar a producir en un futuro cercano importantes cambios en las empresas. ¿Quién se aventura a ser el primero?

viernes, septiembre 29, 2006

Artículo Vida Económica Septiembre 2006

Adiós a la productividad

Los últimos datos sobre la productividad más que animarnos, nos dejan como poco helados. Y eso que esto me pasó en agosto, leyendo el diario SUR. Según los datos del Banco de España, referenciados en dicho periódico, el diferencial negativo acumulado por España en productividad del trabajo con respecto al resto de países de la Unión Europea no es que disminuya sino que se ha mantenido o aumentado desde 1995 a 2005. La calidad y cantidad de nuestro trabajo, de lo que producimos, en términos generales, no llega a niveles de otros países. Esto, con serlo, no es lo más preocupante. Para mí lo es más el hecho de que la incipiente preocupación en la sociedad por este tema pienso que es solo aparente. Se queda en la conciliación vida personal-vida profesional, en algunos debates generales sobre el uso de la tecnología o en los problemas del tráfico. Lo primero, desde luego, es muy importante, no ya solo para la productividad, sino para mejorar la calidad de vida de todos. Pero la productividad va más allá, necesita de cambios más profundos, es verdad, algunos promovidos por las nuevas tecnologías, segunda de las temáticas, pero esto no lo es todo. Podemos tener tecnologías de última generación y sin embargo nuestra productividad disminuir. Los cambios deben ser organizativos, culturales e incluso mentales. Pongamos por ejemplo los problemas que a vuelta del verano seguimos sufriendo en nuestro entorno con los graves problemas de congestión del tráfico. Cuando, por el motivo que sea, perdemos el tiempo en lugar de producir, a medio o largo plazo esto nos perjudica, como profesionales y como personas. ¿Qué cuanto necesito para llegar a mi trabajo? Hay veces que más de una hora, para quince kilómetros, y el problema es que no estoy solo, alrededor mía hay decenas de vehículos (contaminando, por cierto) con personas desocupadas en vez de estar produciendo o en cualquier otra parte, ¿a quién le importa?. En otros términos, más culturales, recientemente he tenido la oportunidad de colaborar con profesionales de varios países europeos, presencial y virtualmente (por email). Las diferencias culturales aún se siguen notando. Esto, siendo algo positivo para quienes pensamos que la globalización no debería de acabar con las culturas locales, no es tan bueno cuando se da también en términos de cómo entender el trabajo o la productividad. Ir directamente al trabajo, a ver donde está el problema, en qué consiste y resolverlo cuanto antes, para qué darle vueltas. Este podría ser un resumen de lo que me encontré. Algo, ciertamente diferente a lo que, como entorno, me había acostumbrado: opiniones y opiniones, no hechos, pérdidas de tiempo en infinidad de reuniones, infinitos juegos de poder, para…, muchas veces más que resolver el problema, ‘tapar’ el problema. Y mientras tanto, reflexiono, nuestros hijos quizás reciban como legado uno los mejores lugares del mundo para vivir, aunque con un incierto futuro económico, debido a nuestro gran lastre en productividad. Y esto sin incluir la amenaza de tres grandes demonios (la triple A de Daniel Pink): Asia, automatización y abundancia. Pero de esto ya hablaré otro día.

Correo electrónico: apm@uma.es


Artículo Vida Económica Julio 2006

Tendencias en la colaboración electrónica

Vida Económica Julio 2006

Recién llegado de un Workshop sobre colaboración electrónica en Milán, comentaré alguna de las ideas y reflexiones vertidas en el foro. Dos de los inconvenientes principales para que todavía se compleja, cuando no imposible, una efectiva colaboración entre personas para lograr objetivos comunes es que, a pesar de lo que indican algunas empresas de tecnología, que venden nuevas soluciones, siempre las mejores, las herramientas de software, hardware, y comunicaciones, todavía no están integradas. Esto dificulta compartir la información, métodos, etcétera entre personas de diferentes empresas, países, cultura, lengua. Un problema aún más preocupantes es que las habilidades entre la gente varía, esto quiere decir que puede haber individuos que sean muy habilidosos hasta el punto de sobre valorar la tecnología colaborando con otros que apenas saben usar algunas funciones básicas. Además a esto se une la pereza de muchas personas para aprender nuevas herramientas y tecnologías. Con todo, las mayores tendencias en este ámbito pudieran ser las siguientes. En primer lugar, el incremento en el número de empleados móviles, es decir que trabajan con tecnología desde cualquier parte, su casa, aeropuerto, empresa cliente, etc. En segundo lugar, cómo las tecnologías que usamos en el hogar también queremos usarlas en el trabajo. Un ejemplo de esto es la herramienta Skype o la mensajería instantánea, cada vez más empleada, no solo con fines personales sino profesionales. Una tercera tendencia es la vuelta al valor del individuo, es decir, siendo importante el trabajo en equipo, la colaboración entre personas, etc., no es menos el hecho de que las empresas diseñen estrategias para retener a sus mejores empleados, o, si no pueden retenerles a ellos, sí quedarse con su conocimiento (con las conocidas herramientas de gestión del conocimiento). Otra idea interesante resaltada en el evento es cómo muchas empresas, en este caso multinacionales, están desarrollando ya como realidad procesos globales de innovación en ciclos de tiempo de veinticuatro horas. Esto les lleva a que personas que viven en franjas horarias distintas, puedan, gracias a sistemas de colaboración electrónica, trabajar en proyectos comunes, acelerando con ello todo el proceso de innovación y reduciendo considerablemente el tiempo de respuesta al mercado. Una última tendencia que me gustaría destacar es la importancia económica que ya tienen las comunidades abiertas de usuarios que desarrollan nuevos productos o servicios. Ejemplos evidentes de esto serían el software libre o las redes de intercambio basadas en subastas, como por ejemplo la de Ebay, considerada por algunos gurus como el nuevo modelo de empresa basada en miles de “colaboradores”, lo que por otro lado la hace ser una de las mayores empresas del mundo (contando estos colaboradores como “pseudoempleados”).


Correo electrónico: apm@uma.es


domingo, junio 04, 2006

Artículo Vida Económica Junio 2006


Para que luego digan que no trabajamos

En una estancia reciente en el Reino Unido volvió a pasarme. Al estar en una reunión con asistentes de toda Europa me identificaron como español y ya estaba todo dicho: del país del mañana, mañana; la siesta; poco serio; nada puntual; poco trabajador. Cuando hablas con alguien de otro país así suelen identificarse. Pues resulta que no, que tanto ni tan poco. Los resultados de una encuesta reciente del Instituto ISR referenciada en Expansión y Empleo (mayo 2006) señalan que el 85% de los españoles consultados para el estudio afirmó trabajar más de lo necesario para apoyar el éxito de su empresa. En el ranking europeo sobre esta temática los españoles están en el primer puesto junto a los británicos, por delante de italianos, alemanes y franceses. Aunque a todos nos superan los norteamericanos, con un 92%. Evidentemente, el hecho de que los empleados estén comprometidos con la empresa puede afectar a sus resultados. Si en la empresa se produce una crisis su resolución dependerá en buena medida del compromiso de sus empleados. Teóricamente, por muy buen diseño estratégico que tenga una empresa, si esta no se implementa adecuadamente, punto en el que el elemento humano juega un papel crucial, nada se conseguirá. Es curioso que en el estudio también se obtenga que, comparativamente, los españoles creen más en los objetivos y valores de la empresa y se sienten más orgullosos de estar trabajando en ellas. Aún considerando que este estudio puede ser general y no extrapolable a situaciones concretas, no es menos cierto que, a nivel global, nos deja bien parados. El que la organización informal, la cultura de la empresa y la disposición de las personas tengan estas características nos puede sacar de los apuros que en algunos sectores ya está planteando la temida deslocalización. Y es que no solamente contamos con empleados bien preparados, comparativamente todavía no tan caros, sino que además están comprometidos con lo que hacen, lo cual puede dar un mix extraordinario en la búsqueda de complementariedades que permitan competir a las empresas que aquí se ubiquen.

Antonio Padilla Meléndez
www.gieb.uma.es
apm@uma.es


viernes, mayo 19, 2006

Nueva Web del Grupo de Investigación Ebusiness

Está accesible en:

http://www.gieb.uma.es

Gracias a ESCAM por su colaboración,

Y a la Universidad de Málaga por albergar sus páginas,

Antonio,

viernes, mayo 05, 2006

Artículo Vida Económica Mayo 2006


Tema: ¿Preparados para aprovechar Internet?

Como es sabido, España no está precisamente en los primeros puestos a nivel mundial en investigación e innovación tecnológica. Tampoco lo está en cómo está empleando las posibilidades que ofrece Internet. En un reciente informe de la Enonomist Intelligence Unit (The Economist) y de The IBM Institute for Business Value (“The 2006 e-readiness rankings”) España aparece en el puesto número 24, al nivel de Italia y por delante de Portugal y Grecia. Aunque lejos de los líderes, Dinamarca, Estados Unidos, Suiza y Suecia. En este ranking se tiene en cuenta el estado de un país en cuanto a infraestructura de tecnologías de la información y la habilidad de sus consumidores, negocios y gobiernos para usar esas Tecnologías en su beneficio. Y se basa en una ponderación de 100 criterios cuantitativos y cualitativos agrupados en seis categorías: conectividad, entorno para hacer negocios, adopción por parte de consumidores y empresas, entorno legal y político, entorno sociocultural y disponibilidad de soporte a los e-servicios. Algunas de las conclusiones del estudio revelan que la brecha digital se está reduciendo en lo que se refiere a la conectividad, pero otra cosa es las aplicaciones gubernamentales, empresariales o sociales de esas nuevas posibilidades. Resulta interesante cómo los países más alejados en el ranking están utilizando opciones como el software libre, WiFi y WiMAX para acelerar el proceso. Entre los países más desarrollados la diferencia no está en tener conexión de banda ancha (ya la tienen) sino en otros criterios como seguridad de la información e innovación. Es decir, la clave en traducir las inversiones en tecnologías en beneficios económicos, y esto es más complicado. En el Reino Unido, por ejemplo, un estudio estadístico ha concluido que las empresas industriales consiguen un 2,2% en productividad extra por cada 10% de sus empleados que usen ordenadores, cifra que se eleva al 3% si usan además Internet. El país líder, Dinamarca, destaca por su capacidad de adoptar las tecnologías en todos los aspectos de la economía y de la vida social del país, que se refleja en nuevos sectores innovadores, y en un uso cada vez más extendido de la administración electrónica por parte del gobierno. Esto se traduce, por ejemplo, en que en febrero se hiciera obligatorio en este país las compras electrónicas para los servicios públicos lo que se estima que produce un ahorro de 150 millones de euros al año a los contribuyentes de ese país. Esto está llevando a que se genere un ciclo positivo que se retroalimenta en cuanto al aprovechamiento de estas tecnologías, que conlleva que nuevas empresas líderes se ubiquen allí por el desarrollo del país en el tema, lo que produce un mayor liderazgo a nivel mundial. Esto, evidentemente, termina traduciéndose en riqueza y mejoras en calidad de vida para sus ciudadanos.


Correo electrónico: apm@uma.es


miércoles, abril 05, 2006

Artículo Vida Económica Abril 2006

Antonio Padilla Meléndez
Consultor

Tema: Nunca comas solo

Me atrevo a tratar en esta colaboración un tema menos tecnológico y más humano que en otras ocasiones. Me refiero a las relaciones humanas, sí, a las persona-persona, si es que siguen existiendo con tanto correo electrónico, mensajería instantánea, móvil,… Curiosamente, al inicio del desarrollo de estas tecnologías algunos autores alertaban sobre la pérdida en contacto humano que iban a producir. En mi opinión, esta preocupación cayó en saco roto. Para la mayoría de nosotros, en vez de aislarnos, estas tecnologías nos han permitido de forma sorprendente, y por qué no, maravillosa, ponernos en contacto con personas con intereses comunes a los nuestros en comunidades, blogs, páginas webs, etc., sin importar donde estuvieran. Personas que sin estos medios no habríamos tenido la oportunidad de conocer. Pero, dependiendo de su uso, también nos permite comunicarnos más con la persona más cercana, nos brinda más opciones para esas relaciones humanas que antes decía. Al hilo de esto, es muy interesante la aportación de Keith Ferrazzi, con su filosofía de los negocios relacionada con las relaciones entre las personas, resumida en su libro ‘Never eat alone’. Recomendaciones como pasar más tiempo de calidad con las personas que de verdad te importan, ayudar a que otros consigan sus aspiraciones, o a que tengan buenas momentos, forman la base de su filosofía. Y la verdad es que está calando su forma de entender la empresa como algo más humano. Desde luego, esta filosofía no es que surja de la nada, desde siempre se le ha dado importancia al ‘networking’ en la empresa. Esta no existiría sin una adecuada red de contactos. Hay, además, otras tendencias, autores y teorías relacionadas. De hecho, dentro de la gestión del conocimiento se reconoce la importancia del capital relacional, a quién conoces, qué puesto ocupa, a quién conoce este, etc., puede ser valorado. Pero su forma de describirla, la sencillez de sus planteamientos, su entusiasmo en sus apariciones públicas, hace que realmente ‘enganche’ esta filosofía de ‘nunca comas solo’. En términos de empresa, este pensamiento tiene, evidentemente, también una rentabilidad. Y es que establecer relaciones estrechas con tus socios, clientes, proveedores, etc, puede determinar tu éxito o fracaso futuro. Es una forma de entender el ‘networking’ como un capital, como una inversión que, aunque este no sea el principal objetivo, sí que puede, en un momento dado ser determinante en el futuro.


Correo electrónico: apm@uma.es


lunes, marzo 06, 2006

Master en Comercio Internacional y sus técnicas


Participación en el Master en Comercio Internacional y sus técnicas de la Universidad de Castilla – La Mancha.

Participamos en dicho Master dentro del siguiente Módulo:

MÓDULO 7. LOGÍSTICA Y TRANSPORTE INTERNACIONAL. NUEVAS
TECNOLOGÍAS.

Más información:

http://www.uclm.es/Actividades0506/Master/Master_comercio.pdf

Curso de Verano "Tecnologías de la Información y Creación de Empresas en Andalucía"

“XXVI CURSOS DE VERANO DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ
EN SAN ROQUE”

Curso: “Tecnologías de la Información y Creación de Empresas en Andalucía”

Coordinadores: Dr. José Aurelio Medina y Dr. Antonio Padilla Meléndez
(Universidad de Cádiz y Universidad de Málaga)


Lunes 17 de julio de 2006
1. “La elaboración de un Plan de Negocio para una empresa de Base Tecnológica”. José Aurelio Medina.

2. “Creación de empresas en Internet. El caso aulafacil.com”. Álvaro Rojas Vázquez.

Martes 18 de julio de 2006
3. “Tecnologías de la Información y Emprendimiento Académico en Andalucía”. Antonio Padilla.

4. “Modelos de negocio de Comercio Electrónico para la creación de empresas”. Ana Rosa del Águila Obra.

Miércoles 19 de julio de 2006

5. “La creación de empresas basadas en Internet”. Pedro Márquez.

6. “El caso de una pyme andaluza de éxito: Bookingfax”. Antonio Mariscal.

Más información:

Universidad de Cádiz: http://www2.uca.es/orgobierno/extension/

sábado, febrero 25, 2006

Vida Económica Marzo 2006

¿De verdad ganamos dinero innovando en la empresa?

Un reciente estudio de la consultora Booz Allen and Hamilton (“The Booz Allen Hamilton Global Innovation 1000: Money isn’t everything”, winter 2005), ha analizado a las 1000 empresas que más invirtieron en el mundo en I+D durante el año 2004. Las primeras empresas en este grupo, por este orden, son: Microsoft, Pfizer, Ford, DaimlerChrysler, Toyota, General Motors, Siemens, Matsushita Electric, IBM, Johnson & Johnson, GlaxoSmithKline, Intel, Volkswagen, Sony, Nokia y Honda. De ellas, solo cinco son europeas. Pues bien, este estudio revela que no hay una correlación clara entre el ratio inversión en I+D y cualquier indicador de resultados de las empresas. Es decir, que, en contra de la creencia popular en el mundo de la gestión, innovar en la empresa no significa, de una forma clara, que la empresa vaya a ganar más dinero a corto o medio plazo. Sin embargo, la conclusión del estudio no es que no haya que invertir en I+D, sino que hay que hacerlo de una forma determinada. Y es que lo que hacen las empresas innovadoras más eficaces es alinear su estrategia de innovación con su estrategia corporativa; seleccionar proyectos adecuados atendiendo tanto a las necesidades de los clientes como a los costes de desarrollo; tener claramente definidos procesos para gestionar la innovación; y organizar la empresa para orientarla a resultados (el “ADN” organizativo está orientado a resultados: estas empresas cuentan con incentivos claros que recompensan resultados, con una estructura de reporting adecuada, y con canales apropiados de gestión del conocimiento sobre innovación y productividad). Aún siendo relevantes los resultados del estudio, para aplicarlos a nuestro entorno empresarial andaluz, habría que indicar que, si bien estadísticamente no se prueba en el estudio que una mayor inversión en I+D conlleva mayores resultados, sí que se obtiene claramente que una escasa inversión en I+D es perjudicial para los resultados de la empresa. Teniendo en cuenta que nosotros nos movemos en uno de los países con menos proporción de inversión de en I+D de la UE, la lección a sacar de aquí, desde luego, no es que no haya que invertir en I+D, porque sí hay que hacerlo, sino que, ya que los hacemos poco, cuando lo hagamos, hagámoslo como los mejores, para obtener el máximo de rentabilidad a tal inversión. Siendo una necesidad ineludible el que nuestras empresas inviertan en I+D, si queremos, entre otros, gozar de determinados niveles de bienestar en el futuro en Andalucía, hagamos benchmarking de las mejores empresas innovadoras del mundo y, ‘simplemente’, por qué no, imitémosles.

Antonio Padilla Meléndez
Profesor Titular de Universidad de Organización de Empresas
Consultor de empresas

Correo electrónico: apm@uma.es

viernes, febrero 10, 2006

Colaboración en reportaje de La Opinión de Málaga

Este mes de febrero tuve la oportunidad de colaborar en un especial sobre Teletrabajo en el diario La Opinión de Málaga

Aquí podéis leer el reportaje completo:

http://www.ieev.uma.es/ebusiness/papers/La%20opinion%20Malaga%20Febrero%202006.pdf

Saludos,

domingo, enero 29, 2006

Colaboración Vida Económica Febrero 2006

Productividad del trabajo y horarios europeos

Es evidente que el horario de trabajo en España no coincide con el ‘normal’ europeo. Curiosamente, cada día empezamos a trabajar a la misma hora. Pero cuando, normalmente, en Europa se almuerza al mediodía (12:00) aquí no almorzamos nunca antes de las 14:00 horas. Cuando en otros países europeos se termina de trabajar a las 17:00 o a lo sumo 18:00 horas, aquí lo normal son jornadas que duran hasta las 20:00 horas cuando no más. El estudio “España, en hora europea” realizado por la Fundación Independiente, el Centro Internacional de Trabajo y Familia, con el patrocinio del Ministerio de Administraciones Públicas y publicado recientemente (2005) señala algunas de las consecuencias que tiene el que en España el horario de trabajo no coincida con el horario europeo. Es curioso que se indica cómo a comienzos del siglo XX esto no ocurría, es decir, teníamos más o menos los mismos hábitos europeos respecto al horario. A partir de ahí se fue retrasando el almuerzo, los horarios comerciales establecieron una parada de, al menos, dos horas, … Señala el estudio los problemas de poner de acuerdo a directivos europeos con españoles para reuniones o presentaciones entre 12:00 y 16:00 horas y como normalmente este es un tiempo muerto, cada día. Además, se destaca como, al terminar de trabajar más tarde y cenar mucho más tarde en España se tiende a dormir, en general, menos que en otros países europeos, lo que contribuye a que la productividad del empleado a primeras horas de la mañana sea reducido. Con todo, la solución no parece fácil ni se atisban cambios en el corto plazo. A pesar de ciertas iniciativas de la Administración y de empresas que buscan conciliar la vida profesional con la vida personal/familiar parece que es difícil de cambiar el hábito de adictos al trabajo o, simplemente, personas habituadas a esta cultura, ya que, siendo o no obligatorio, hay personas que permanecen más  tiempo del necesario en sus puestos de trabajo. Políticas como la de las ‘luces apagadas’, es decir, cortar la electricidad del edificio, parecen ser la única solución para que ciertas personas abandonen la oficina. Pero, ¿se es más productivo pasando más tiempo en la oficina?, ¿todos los empleados están realmente trabajando el 100% de las 8-9 horas que pasan en las oficinas? Parece ser que no, porque esto, unido a las pérdidas de tiempo usando Internet y a otros factores hace que España en productividad no es precisamente que destaque. Es curioso, además, como esto, en vez de cambiar se perpetua, incluso se mantiene por el miedo al ‘qué dirán’ si me voy a mi hora, si pido otro horario, si solicito teletrabajar, etc. Y surgen negocios que ofrecen la realización de gestiones personales tales como llevar el coche a la ITV, traslado del coche al taller, conductores profesionales para gestiones con o sin vehículo, transporte de niños o personas mayores, recogidas en aeropuerto/estaciones, o gestiones administrativas. Es decir, en vez de cambiar, buscamos permanecer en la oficina y que otros nos ayuden en gestiones personales. Desde luego, esto solo apunta ciertas ideas para reflexionar sobre el tema, para que todos pensemos cómo podemos mejorar nuestra productividad y la productividad de nuestra sociedad en general. Con todo, parece vislumbrarse cierto cambio, cierta tendencia hacia la homogeneización con estas prácticas europeas, aunque, como todo cambio cultural, llevará bastante tiempo el que se manifieste completamente.

Correo electrónico: apm@uma.es