Productividad del trabajo y horarios europeos
Es evidente que el horario de trabajo en España no coincide con el ‘normal’ europeo. Curiosamente, cada día empezamos a trabajar a la misma hora. Pero cuando, normalmente, en Europa se almuerza al mediodía (12:00) aquí no almorzamos nunca antes de las 14:00 horas. Cuando en otros países europeos se termina de trabajar a las 17:00 o a lo sumo 18:00 horas, aquí lo normal son jornadas que duran hasta las 20:00 horas cuando no más. El estudio “España, en hora europea” realizado por la Fundación Independiente, el Centro Internacional de Trabajo y Familia, con el patrocinio del Ministerio de Administraciones Públicas y publicado recientemente (2005) señala algunas de las consecuencias que tiene el que en España el horario de trabajo no coincida con el horario europeo. Es curioso que se indica cómo a comienzos del siglo XX esto no ocurría, es decir, teníamos más o menos los mismos hábitos europeos respecto al horario. A partir de ahí se fue retrasando el almuerzo, los horarios comerciales establecieron una parada de, al menos, dos horas, … Señala el estudio los problemas de poner de acuerdo a directivos europeos con españoles para reuniones o presentaciones entre 12:00 y 16:00 horas y como normalmente este es un tiempo muerto, cada día. Además, se destaca como, al terminar de trabajar más tarde y cenar mucho más tarde en España se tiende a dormir, en general, menos que en otros países europeos, lo que contribuye a que la productividad del empleado a primeras horas de la mañana sea reducido. Con todo, la solución no parece fácil ni se atisban cambios en el corto plazo. A pesar de ciertas iniciativas de la Administración y de empresas que buscan conciliar la vida profesional con la vida personal/familiar parece que es difícil de cambiar el hábito de adictos al trabajo o, simplemente, personas habituadas a esta cultura, ya que, siendo o no obligatorio, hay personas que permanecen más tiempo del necesario en sus puestos de trabajo. Políticas como la de las ‘luces apagadas’, es decir, cortar la electricidad del edificio, parecen ser la única solución para que ciertas personas abandonen la oficina. Pero, ¿se es más productivo pasando más tiempo en la oficina?, ¿todos los empleados están realmente trabajando el 100% de las 8-9 horas que pasan en las oficinas? Parece ser que no, porque esto, unido a las pérdidas de tiempo usando Internet y a otros factores hace que España en productividad no es precisamente que destaque. Es curioso, además, como esto, en vez de cambiar se perpetua, incluso se mantiene por el miedo al ‘qué dirán’ si me voy a mi hora, si pido otro horario, si solicito teletrabajar, etc. Y surgen negocios que ofrecen la realización de gestiones personales tales como llevar el coche a la ITV, traslado del coche al taller, conductores profesionales para gestiones con o sin vehículo, transporte de niños o personas mayores, recogidas en aeropuerto/estaciones, o gestiones administrativas. Es decir, en vez de cambiar, buscamos permanecer en la oficina y que otros nos ayuden en gestiones personales. Desde luego, esto solo apunta ciertas ideas para reflexionar sobre el tema, para que todos pensemos cómo podemos mejorar nuestra productividad y la productividad de nuestra sociedad en general. Con todo, parece vislumbrarse cierto cambio, cierta tendencia hacia la homogeneización con estas prácticas europeas, aunque, como todo cambio cultural, llevará bastante tiempo el que se manifieste completamente.
Correo electrónico: apm@uma.es
domingo, enero 29, 2006
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