lunes, noviembre 07, 2005

Vida Económica

Colaboración Vida Económica Noviembre 2005

La comunicación instantánea y la era del no acceso

Mi amigo Paco ya no comunica. Tampoco le importuno llamándolo al móvil. Simplemente sé perfectamente cuando está disponible porque un software determinado me lo indica en la pantalla de mi PDA o de mi portátil, ambos dotados de WIFI. Con un simple clic de ratón establezco una llamada (por ahora, gratis), que, si no puede atender, quedará registrada en su buzón de voz virtual privado. O le envío un mensaje instantáneo. Esta, y otras tecnologías (origen de las futuras ambient technologies) han incrementado exponencialmente nuestras posibilidades de comunicación en tiempo real. Nos permiten, como nunca antes, darnos cuenta de que alguien está conectado. Es cierto, con MSN Messenger también era y es posible, pero ahora hablamos de un juego más serio. La tecnología de voz sobre IP lleva años funcionando, pero es ahora cuando quizás esté logrando su madurez. En el mes de septiembre se conoció la compra de la europea Skype por parte de la multinacional de las subastas en Internet eBay por más de 2000 millones de euros. Empresas como Yahoo!, Microsoft y Google también están ya en el negocio. Dejando de lado implicaciones estratégicas de diversificación y convergencia de ciertas tecnologías, nos centraremos en el individuo. Estas tecnologías están permitiendo que sepamos exactamente cuando alguien está disponible, y que, en vez de utilizar el teléfono para comunicarnos con esta persona, empleemos un medio más acorde con nuestro actual elemento de trabajo: el ordenador, en cualquiera de sus manifestaciones, e internet. Y están facilitando algo más, que realmente se pueda colaborar, trabajar conjuntamente para la consecución de un fin común, con cualquier individuo, desde cualquier parte. No se trata de una simple mejora tecnológica: se está traduciendo en incrementos considerables de la comunicación entre pares (empleados, clientes, proveedores, socios en un proyecto), que, según algún estudio, lleva aparejado un incremento en la productividad del individuo. Esta productividad, puede ser la base de los beneficios y de la mejora competitiva de la empresa. Surge una nueva área que aglutina a todo el empleo intensivo de las tecnologías para la colaboración electrónica. Puede que la era del acceso de Rifkin se esté convirtiendo en realidad en la era del no acceso. Es decir, en realidad, todos estaremos conectados a Internet todo el tiempo, lo que tendremos que decidir es cuando queremos estar online para compañeros, amigos, familia, etc. Será el sistema el que nos indique quien está disponible para una tarea determinada y no nosotros quienes usemos tecnologías aisladas para localizar a alguien. Y esto, para muchas personas, es ya una realidad.

Antonio Padilla Meléndez
Correo electrónico: apm@uma.es

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