Mi colaboración para Vida Económica (Octubre 2005)

Antonio Padilla Meléndez
Profesor Titular de Universidad de Organización de Empresas
Consultor de empresas
Universidad de Málaga.

Tema: Competitividad de las empresas y Tecnologías de la Información

Con motivo de un reciente curso que hemos organizado en la Universidad de Cádiz, creo oportuno reflexionar, brevemente, sobre como las TI pueden contribuir a mejorar la competitividad de las empresas. La primera cuestión que surge es cómo entendemos el término competitividad. El mismo se refiere a la posición competitiva de una empresa frente a la competencia y su capacidad de mantenerla en el tiempo de forma duradera. Entre los condicionantes estratégicos y competitivos de la empresa que afectan a su competitividad se encuentra la disponibilidad y uso de las tecnologías de la información. Y digo uso, porque, como ya comentaba en aportaciones anteriores, tener una tecnología no implica estar haciendo el mejor uso de la misma. En ello irá la posibilidad de que la empresa emplee estratégicamente estas tecnologías. Pero también, como condiciones estructurales que afectan a la competitividad, tenemos el nivel de desarrollo tecnológico de la zona donde esté ubicada la empresa. Mucho habría que decir sobre la situación al respecto de la empresa andaluza. Recientes informes como el de la entidad Red.es y otros ponen de manifiesto que todavía estamos lejos del nivel de implementación tecnológica de las empresas de otras comunidades autónomas. Y no cabe el consuelo de pensar que la situación en general del país no es menos buena, al compararla con los países más desarrollados. Siete puestos ha perdido España en términos de competitividad pasando del puesto 31 al 38 de entre los países más avanzados, de acuerdo con el último World Competitiveness Scoreboard (2005). Esto es si cabe más preocupante si lo unimos al nivel relativo de poca productividad de nuestra economía, comparada incluso con algunos de los nuevos países miembros de la UE; lo que está ocasionando serios problemas de riesgo de deslocalización de alguna de nuestras industrias (automoción). Pero retomemos el enfoque micro: solamente con TI no se mejora la competitividad de la empresa, hace falta traducirlo a empleo de las mismas en mejoras sustantivas de sus procesos de compra, de atención al cliente, productivos y/o administrativos. Si esto se hace adecuadamente, la productividad, los beneficios y el valor de la empresa se verán impactados positivamente, contribuyendo a que la empresa sea más competitiva. Nuevamente, para que se de ese proceso de “transformación” hace falta mencionar aspectos “soft”, y no me refiero al software, sino a la formación de los empleados, a cambios en la organización del trabajo, a nuevas estrategias, nuevas formas organizativas, nuevos procesos, etc. Algunos son los factores identificados por las investigaciones que hace que estos cambios, se precipiten. Por ejemplo, resulta que son más ‘fáciles’ que se realicen en medianas/grandes empresas que en pequeñas empresas, o cuando la empresa cambia de propiedad, o si la competitividad de la empresa está amenazada, por ejemplo por la internacionalización de su actividad. También si existe una dirección más profesional afecta. ¿Será entonces que la amenaza (real) de deslocalización que se cierne ahora sobre muchos sectores empresariales conllevará una transformación de la empresa que le lleve a aprovechar todas las potencialidades de las TI? La respuesta, evidentemente, no podemos darla en esta sección. Pero si quieren continuar con la reflexión, visiten el blog (http://www.antoniopadilla.blogspot.com/).

Correo electrónico: apm@uma.es


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