La regla de los tres ochos
Recientemente (diciembre 2006) se ha celebrado el I Congreso para Racionalizar los Horarios españoles, organizado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios españoles y su Normalización con los de los países de la Unión Europea (http://horariosenespana.com). Ya en otras ocasiones hemos tratado en esta sección cómo nuestros horarios están lejos de los horarios de otros países europeos.
Esto crea situaciones curiosas, como que desde otro país llamen a las 11:00 a una empresa española y les digan que se ha salido a tomar un café, o a las 14:30 y se ha salido a comer, o que se intente contactar con alguien desde aquí a partir de las 17:00 horas, cuando en otros países ya están echando el cierre a las oficinas. El resultado es lamentable y alarmante: somos de los países que más horas dedican al trabajo, pero que menos productividad relativa tienen. Es decir, en términos generales, no sabemos gestionar nuestro tiempo. Entre las conclusiones del Congreso mencionado están: los mayores y la mujer deben dejar de ser los grandes perjudicados por nuestros actuales horarios; hay que darle importancia a saber valorar nuestro tiempo y el de los demás, la puntualidad debe ser una exigencia ética; es absolutamente necesaria la organización y planificación de las reuniones para un máximo aprovechamiento del tiempo; es preciso el apoyo de los medios de comunicación para promover los cambios necesarios. Y también resultan muy interesantes las ideas que se propusieron en el Congreso para vivir mejor, entre las que destaca asumir y llevar a la práctica la regla de los tres ochos: 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para nuestro tiempo libre. ¿Tiene esto su traducción en el mundo de la empresa?
Evidentemente, y así se reconocieron las mejoras prácticas empresariales de flexibilidad horaria, premiando a Servimedia, por aplicar además el teletrabajo; a MRW, por los comedores para empleados con sala adjunta para breves siestas, y a la Fundación Once por apagar la luz al caer la tarde (si alguien quiere continuar trabajando después de las seis encuentra tantas pegas que acaba por abandonar).
Correo electrónico: apm@uma.es
jueves, enero 18, 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)