Antonio Padilla Meléndez
Consultor
Tema: Nunca comas solo
Me atrevo a tratar en esta colaboración un tema menos tecnológico y más humano que en otras ocasiones. Me refiero a las relaciones humanas, sí, a las persona-persona, si es que siguen existiendo con tanto correo electrónico, mensajería instantánea, móvil,… Curiosamente, al inicio del desarrollo de estas tecnologías algunos autores alertaban sobre la pérdida en contacto humano que iban a producir. En mi opinión, esta preocupación cayó en saco roto. Para la mayoría de nosotros, en vez de aislarnos, estas tecnologías nos han permitido de forma sorprendente, y por qué no, maravillosa, ponernos en contacto con personas con intereses comunes a los nuestros en comunidades, blogs, páginas webs, etc., sin importar donde estuvieran. Personas que sin estos medios no habríamos tenido la oportunidad de conocer. Pero, dependiendo de su uso, también nos permite comunicarnos más con la persona más cercana, nos brinda más opciones para esas relaciones humanas que antes decía. Al hilo de esto, es muy interesante la aportación de Keith Ferrazzi, con su filosofía de los negocios relacionada con las relaciones entre las personas, resumida en su libro ‘Never eat alone’. Recomendaciones como pasar más tiempo de calidad con las personas que de verdad te importan, ayudar a que otros consigan sus aspiraciones, o a que tengan buenas momentos, forman la base de su filosofía. Y la verdad es que está calando su forma de entender la empresa como algo más humano. Desde luego, esta filosofía no es que surja de la nada, desde siempre se le ha dado importancia al ‘networking’ en la empresa. Esta no existiría sin una adecuada red de contactos. Hay, además, otras tendencias, autores y teorías relacionadas. De hecho, dentro de la gestión del conocimiento se reconoce la importancia del capital relacional, a quién conoces, qué puesto ocupa, a quién conoce este, etc., puede ser valorado. Pero su forma de describirla, la sencillez de sus planteamientos, su entusiasmo en sus apariciones públicas, hace que realmente ‘enganche’ esta filosofía de ‘nunca comas solo’. En términos de empresa, este pensamiento tiene, evidentemente, también una rentabilidad. Y es que establecer relaciones estrechas con tus socios, clientes, proveedores, etc, puede determinar tu éxito o fracaso futuro. Es una forma de entender el ‘networking’ como un capital, como una inversión que, aunque este no sea el principal objetivo, sí que puede, en un momento dado ser determinante en el futuro.
Correo electrónico: apm@uma.es
miércoles, abril 05, 2006
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